Para Wallawisa, las prácticas medicinales ancestrales son un patrimonio vivo que resguarda la relación equilibrada entre ser humano, naturaleza y espíritu. Estas tradiciones incluyen el uso ritual de plantas maestras como Ayahuasca, Wachuma o San Pedro y hongos sagrados, empleadas para la sanación física, emocional y espiritual dentro de contextos guiados y respetuosos.

La etnomedicina está estrechamente vinculada al chamanismo, donde el guía espiritual —curandero o maestro— actúa como mediador entre los mundos visible e invisible, armonizando energías y manteniendo el vínculo con la memoria ancestral.

Durante milenios, estos saberes han nutrido la identidad de las comunidades que los practican. Wallawisa honra y acompaña estas tradiciones, reconociendo a sus portadores como custodios esenciales de la sabiduría cultural y del equilibrio que sostiene la vida.